Me gustan los retos y porque tengo un marido aventurero, estoy muy cerca de esos retos. Este año organizamos el primer ultramaratón de invierno, ultramaratón más largo de Europa llamado JIBE JAHA – JIzerky-BEskydy, JAblonec – HAvířov en la que puedes correr más de 300 y 600 km, sobre esquís o a pie, llevando todo lo que necesites en una mochila o en un trineo. Dormirás en aire libre, en las cabañas, refugios, sobre la nieve. Como soy la organizadora, formé un relevo con otros dos corredores, así que había que recorrer 100 km para llegar a la meta de 300 km.
No era la primera vez que hacía una carrera de este tipo, ya había participado en la Yukon Arctic Ultra, donde experimentamos -50 C, o largos triatlones Ironman, donde alternas entre nadar, montar en bici y correr.
Me gustan las carreras de resistencia que suelen durar varios días, así que cualquier otra molestia está descartada y mucho menos tener la regla el día de la carrera. De hecho, siempre ha funcionado de alguna manera, pero esta vez no y el primer día de la carrera. Bueno, qué se puede a hacer. Recogí a Yuuki y mis bragas menstruales y esperé que todo saliera bien.
El tiempo era excepcionalmente ultra desagradable, porque cuando es ultra, es con todo. Partimos de la presa de Jablonec a las 10:00 de la mañana acompañados de una nevada que poco a poco se convirtió en lluvia. Incluso experimentamos una tormenta de nieve en algún lugar alrededor de Jizerka, cuando estaba tronando y relámpagos, estábamos mojados hasta los huesos y como solo iba a 100 km, apenas tenía la ropa de repuesto. Afortunadamente, la madre naturaleza y mi cuerpo comprendieron que me ocuparía de otras cosas que de y gracias a Yuuki, ni siquiera me di cuenta de que estaba teniendo mi día y podía concentrarme en que me ardían los pies de las botas de esquí o me dolía la espalda de jalar el trineo detrás de mí. Me alegraba de cada parada, por lo que ver Vosecká después de 45 km era muy tentador, para que os hagáis una idea, caminé el último km durante unos 45 min, además me quedé atascado en la nieve y experimenté fuertes vientos en forma de huracán. Llegamos a Vsecká sobre las 11 de la noche y me alegré de tener comer y descansar.
No ducharse durante 3 días es algo muy incómodo, de ahí inventos como las copas menstruales y las bragas son una grande ayuda para todas las mujeres aventureras, madres, señoras… El huracán no amainó por la mañana, pero era imposible esperar más, así que yo y los demás corredores partimos en la dirección a Vrbatovka. Mi marido, que con otros dos corredores había completado este tramo en la oscuridad, lo pasó mal cuando no pudo ver los postes que te indican la dirección y tuvo que navegar por teléfono. Por suerte pudimos ver la dirección, pero aun así fue una experiencia indescriptible! El siguiente destino fue Spindleruv Mlyn, donde había un puesto de control con comida caliente y amables palabras de nuestra Trail Angeles (Tía Vera). Aquí dudamos si continuar o no, ya que en verdad, estábamos física y mentalmente devastados especialmente de la noche anterior y de la mañana, pero mi alma aventurera quería continuar, así que seguimos hasta Klinovka, donde nos regeneramos de nuevo y por la mañana nos levantamos con tiempo frio pero soleado.
En Horní Maršov entregué el rastreador GPS a otra valiente, Lenka y Vitek, y por este año terminé mi aventura con 100 km. Pero me ha dejado una huella tan fuerte que, si mis obligaciones como organizadora y mis hijos me lo permiten, volveré a la ruta.
¡Ya lo estoy deseando!
Sólo dos bragas y una copa y podrás hacer JIBE JAHA
